El Canal del Mar Blanco al Mar Báltico: un monumento a la Propaganda, el Oprobio y la Estupidez.

A los políticos de casi todas las épocas y regiones siempre les ha gustado construir grandes obras que ofrecer a los ciudadanos, en especial si las pueden inaugurar en tiempos de campaña electoral. Para ellos es irrelevante si dichas infraestructuras son necesarias o las pide el pueblo, lo que importa es gastar el dinero de los contribuyentes en monumentos faraónicos (será por lo de las pirámides) que engrandezcan su nombre y les dé la oportunidad de hacerse la foto. Sin ir muy lejos, en España y durante los últimos años, hemos visto surgir numerosos aeropuertos y estaciones de tren en localidades donde son totalmente innecesarios, tanto que en algunos casos nunca han recibido pasajero alguno. Estoy seguro que lectores de muchos países podrán darnos ejemplos de obras inútiles en sus respectivas tierras, monumentos al despilfarro, y a la megalomanía de sus gobernantes. El Canal del Mar Blanco al Mar Báltico construido por Stalin, es uno de los mejores ejemplos en los que la propaganda fue más importante que el bienestar de los ciudadanos a la hora de construirlo, eso sin contar que fue construido por mano de obra de los Gulags, los campos de concentración soviéticos.

Stalin frente al Canal del Mar Blanco

En 1928 Stalin aún se encontraba en el proceso de consolidar su poder absoluto. Cuatro años después de la muerte de Lenin, el dictador georgiano inició el primero de los Planes Quinquenales con los que esperaba convertir a la Unión Soviética en una potencia económica e industrial. Además de la colectivización de las granjas, se planificó la creación de nuevos centros de desarrollo industrial como Magnitogorsk y Nizhny Novgorod para no depender de las importaciones y promover el empleo. Eso sí, todo aquel que se resistía era detenido y exiliado a los infames Gulags (del acrónimo ruso para Administración Estatal de Campos). Independientemente de los éxitos (pocos y a un alto coste, pero los hubo) y los fracasos, una de las prioridades del liderazgo fue utilizarlos como banderas de propaganda para publicitar las “bondades” del sistema comunista. Con esa idea en mente, Stalin propuso (amablemente, imagino), la construcción de un canal de navegación entre el puerto de Arcángel en el Mar Blanco, vecino del Océano Ártico y Leningrado (actual San Petersburgo), atravesando los Lagos Onega y Ladoga. No era una propuesta absurda pues las rutas del norte eran cerradas por los hielos buena parte del año y un canal permitiría el movimiento de la marina y el transporte de mercancías en menos tiempo, pero como pudo observarse a la finalización del proyecto, la prioridad propagandística sobre la técnica lo convirtió en un Elefante Blanco.

640px-White_Sea_Canal_map

«White Sea Canal map». Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons –

Construcción.

En 1931 Stalin ordenó que el canal debería estar terminado en 20 meses, y nadie podía objetarle al Gran Líder, que para eso era omnipotente, lo difícil que sería cumplir con el objetivo. Los ingenieros fueron básicamente secuestrados por la GPU (precursora de la NKVD y del KGB) y obligados a trabajar en las oficinas centrales de esta agencia política, donde además vivirían durante la Con martilloduración del proyecto. La mano de obra consistiría de los prisioneros de los Gulags, en su mayoría presos políticos, pero también criminales comunes, quienes trabajarían en jornadas de 16 horas diarias en condiciones indignas para un ser humano, pero con el sustento mínimo necesario para mantenerlos con vida y trabajando. Para llevar a cabo su labor, los trabajadores contarían exclusivamente con herramientas manuales, cinceles (que en ocasiones no eran más que trozos de hierro), martillos y carretillas, apenas y se utilizó maquinaria. Ahora bien, se suponía que su labor serviría de penitencia para purgar sus “crímenes” y poder ser readmitidos en la sociedad, y los propagandistas del partido no se cansaron de repetirlo con constantes discursos políticos. Aún así, los 227 kilómetros de canal, de los cuales 38 fueron excavados de la roca, y sus 19 esclusas, fueron terminados, cuatro meses antes de la fecha estipulada.

Con carretilla

La Propaganda.

Obviamente, lo que más importaba a Stalin era utilizar el canal como reclamo para publicitar la eficacia y potencia del sistema socialista. En 1934, pocos meses después del final de la obra, un grupo de 120 escritores dirigidos por Máximo Gorky publicó un libro de 600 páginas alabando el canal como una de las más grandes obras de ingeniería y como símbolo del proceso de “reinserción” de los prisioneros. Cabe decir que algunos de los escritores “voluntarios” estaban entre los trabajadores, y algunos otros tenían familiares en esos y otros campos. Se hicieron documentales y se imprimieron los consabidos posters propagandísticos.

Poster de la apertura del Canal.

El coste humano.

COPY CODE SNIPPET

De los aproximadamente 125.000 trabajadores forzosos que participaron en la construcción del canal, se calcula que entre 12 y 20 mil perecieron en la obra. Otros 12.000 fueron liberados al final de los trabajos, pero muchos de estos fueron pronto detenidos nuevamente y en algunos casos, ejecutados.

El Resultado.

Lo más interesante de esta historia es el final. Preocupados como estaban por cumplir los objetivos impuestos por Stalin, a nadie o casi nadie se le ocurrió asegurarse de que el canal construido cumplía con las especificaciones técnicas del proyecto. Si alguien pensó en ello, cerró la boca o se la cerraron. El caso es cuando el Canal del Mar Blanco fue abierto el 28 de mayo de 1933, no sirvió para la terea que estaba programado. ¿La razón? pues que no era lo suficientemente Soldado del Ejército del Canalprofundo para permitir el paso de grandes buques. El canal había sido construido a una profundidad de entre tres y cuatro metros, cuando la mayoría de los buques de la marina y los cargueros tenían un calado de cinco o más metros. Además, las paredes del canal se habían hecho de madera, y a los pocos meses varias secciones se derrumbaron al podrirse esta. Peor aún, nadie se dio cuenta que al ser tan estrecho y poco profundo, varias secciones del canal seguían congelándose durante casi la mitad del año, haciéndolo completamente inservible. A Stalin el fracaso de su proyecto como infraestructura no le preocupó, como vehículo propagandístico de uso interno fue todo un éxito. Poco después de su inauguración y la campaña de propaganda no se volvió a hablar del tema y el canal quedó abandonado a su suerte, para el uso exclusivo de gabarras y pequeños cruceros turísticos.

El canal en la actualidad

En muchos países, siempre habrá políticos cuyo ego y megalomanía les empuje a construir grandes infraestructuras y siempre habremos contribuyentes para pagarlas. Da igual si los proyectos son económicamente viables o si sirven o no para mejorar la vida de los ciudadanos. En la Unión Soviética como en España, lo que importa es hacerse la foto, y así nos va…

11 thoughts on “El Canal del Mar Blanco al Mar Báltico: un monumento a la Propaganda, el Oprobio y la Estupidez.

  1. Cuanta razón tienes… dichosos políticos y otros «mandamás» que hacen imbecilidades sólo para que se oiga hablar de ellos. Los actuales en España ya los conocemos… el aeropuerto de Castellón …muchas obras que se hacen en ciudades y no sirven para nada, sólo para meterse dinero en los bolsillos… y lo que hizo «Paquito»? el famoso Valle de los Caidos

    • Hola Rosa,
      El aeropuerto de Castellón, que por cierto, he leído que va a recibir sus primeros aviones después de tres años de inaugurado, y el Valle de los Caídos son sólo dos ejemplos, pero no nos olvidemos de las pirámides, de los palacios, de los monumentos. Es el cuento del nunca acabar, pues creo que está en la naturaleza del político comprar el apoyo de los ciudadanos, muchos de los cuales se creen que las grandes obras hacen mejores países. El despilfarro es histórico y constante, y dudo mucho que termine pronto mientras la gente siga creyendo que el estado hace las cosas mejor que la iniciativa privada.
      Muchas gracias por tu comentario. Un besito austero… 😉

  2. Hola Jesús,
    resulta patético e incluso insultante para todos los ciudadanos que los dictadores y sobre todo los políticos en época de elecciones (como es el caso nuestro aquí en España), muestren tanta hipocresía barata para seguir contando con la «confianza» de la gente. En cuanto a los Gulags podría decir que el nombre se refiere al servicio de seguridad y la policia soviética que dirigía los campos de trabajos forzosos por toda la URSS. Se los conocía como «trituradores de carne» y todos podemos imaginarnos el porqué de esa macabra expresión. Las cifras de muertos documentados durante su existencia asciende a más de un millón y medio de personas (eso sin contar las más de 800.000 ejecuciones de «contrarrevolucionarios» durante el año del Gran Terror de 1937). Pienso que los Gulags rusos no tienen nada que envidiar (en negativo, claro) a los campos de concentración nazis.
    Obras faraónicas para aumentar el ego de dictadores asesinos. En fin… por cierto, entre el de Leopoldo II y el de Lenin, creo que esta noche tendré alguna que otra pesadilla. ¡ja, ja, ja! Magnífico artículo como nos tienes ya acostumbrados.
    Un abrazo

    • Hola Francisco,
      como decía en otra respuesta, los políticos de todas las épocas utilizan las mismas tretas para engañar o comprar el apoyo de los ciudadanos. No tenemos que viajar mucho en el tiempo y el espacio, pues en España conocemos bien los aeropuertos sin aviones y las estaciones de tren sin pasajeros, pero también podría mencionar los polideportivos en poblaciones tan pequeñas que apenas los usan y la decena de «museos de la Ciencia» que pululan en muchas comunidades autonómicas, muchos de ellos con apenas visitantes. En fin, que es el cuento de nunca acabar, desde los faraones hasta los gallardones nos siguen queriendo comprar con obras ídem. Y luego dicen que no hay dinero…
      Muchas gracias por comentar. Un abrazo.

      • Las pirámides no fueran construidas por esclavos. Eran egipcios bien asalariados y no trabajaban desde el principio al fin de la obra.
        Cuánto daño ha hecho el cine estadounidense.

        (Este es el segundo comentario que envío, parece ser que no se ha enviado bien el primero).

        • Hola Alberto,
          tienes razón en que las pirámides no fueron construidas por esclavos, sino por trabajadores asalariados. Sin embargo, no creo que la errónea creencia se deba al cine norteamericano, sino a los primeros arqueólogos que estudiaron la civilización egipcia. Fueron ellos los que creyeron en primera instancia que monumentos de ese calibre sólo podían haber sido construidos por mano de obra esclava, y tampoco les culpo, pues llegaron a esas conclusiones a través de la evidencia con la que contaban. Gracias a la ciencia ahora sabemos que no fue así,
          Muchas gracias por comentar. Un saludo.

  3. Como bien dices, J.G. Barcala, así nos va, pues nada ha cambiado. En mi pueblo en Catalunya, observamos cada cuatro años, pocos meses antes de las votaciones, una desenfrenada actividad por parte del ayuntamiento, haciendo todo aquello que en cuatro años no lo hicieron. Y, claro, el tiempo apremia, por lo que los urgentes «arreglos» se convierten en auténticas chapuzas. Pero qué bien se ven las calles recién asfaltados con las fotos del señor alcalde. Las tuberías podridas quedaron debajo y sus reventones pronto buscarán una abertura, reventando ese asfalto para dejar correr el agua a raudales. Luego todos aquellos proyectos absolutamente innecesarios y que nadie ha pedido y se contradicen con los argumentos de «las arcas vacías» ….
    Son cosas pequeñas que no tienen comparación con estas grandes y vistosas construcciones de que nos estás hablando. Pero tienen algo en común: son inútil, desafortunado, costoso… y cabrean.
    Así que una se consuela al conocer que han habido y siguen habiendo las mismas gloriosas pretensiones de quienes se recrean en el poder.

    • Hola Anita,
      los políticos de todas las épocas coinciden en engañar a los ciudadanos para conseguir el poder, y también coinciden en intentar comprarlos con regalos, en este caso, proyectos faraónicos que en muchas instancias no son necesarios. Seguro que en todas las provincias españolas, como en el resto del mundo, hay ejemplos del despilfarro, y muy a menudo, como bien dices, terminan en chapuzas. Los hombres no cambiamos… 😛
      Mil gracias por comentar. Un besín.

  4. Hola Jesús,
    Mira aquí en la Argentina comenzaron esas obras jajaja, estamos en año electoral, eso si todos ensucian a todos, y por supuesto dicen que cuando ellos estén en el gobierno todo va a cambiar y van a hacer esas obras monumentales de las que hablas, increíble pero existen los que creen a pie juntillas que van a cambiar y los que viven de los que trabajamos, porque te cuento aquí existe subsidios hasta para tener hijos, por hacer piquetes, por no estudiar, en fin y por muchas cosas mas etc. es el nunca acabar, la verdad una impotencia tremenda.
    Un abrazo

    • Hola Ana,
      lo que relatamos sucede en Argentina, en México, en España y prácticamente en todo el mundo. Los políticos de ahora quieren imitar a los del pasado y buscan, no sólo comprar el voto de los ciudadanos, sino dejar su nombre grabado en la historia. Naturaleza humana, naturaleza política.
      Mil gracias por comentar. Un cordial saludo.

Comments are closed.