Mariscal Joseph Joffre

A medio día del 5 de septiembre de 1914, el Mariscal Joseph Joffre se dispuso, como todos los días, a procurarse el almuerzo en la más absoluta calma, sin acompañantes y prohibidas todas las interrupciones, a menos que fuese una emergencia nacional. No importaba que desde hacía un mes su país se encontrara en guerra contra Alemania; no importaba que las tropas enemigas estuviesen a no más de una decena de kilómetros de su cuartel general; no importaba que unas horas antes hubiese dado la orden con la que, al día siguiente, los aliados detendrían su retirada para volverse contra sus perseguidores.

Joffre

‘»En este momento en el que estamos a punto de comenzar la batalla que decidirá el destino de nuestra nación, es necesario recordar a todos que la hora de la retirada ha llegado a su fin. Todos los esfuerzos deben enfocarse en hacer retroceder al enemigo. Un soldado que ya no pueda avanzar debe proteger el territorio ya conquistador, sin importar a que coste. Debe afrontar la muerte antes que retroceder.»

La frialdad del Mariscal era legendaria y la comida era lo primero. Esa misma tarde, los primeros enfrentamientos tuvieron lugar en las cercanías de París entre la caballería del 6º Ejército Francés y el 1º Alemán cerca de San Soupplet, al este de la capital. Al día siguiente, la ofensiva aliada comenzó en todo el frente, sorprendiendo a los generales alemanes que creían al enemigo más que derrotado y listo para sentencia. Cuatro días después, la Primera Batalla del Marne terminaba con una clara victoria aliada y los alemanes aprendieron lo que era la retirada. El Plan Schlieffen había fracasado.

Joseph Joffre nació en la localidad de Rivesaltes, en el Roussillon. Hijo de una familia de vinicultores, eligió la carrera militar alistándose en 1870 al ejército y entrando en la Escuela Politécnica para estudiar ingeniería. Participó en algunas escaramuzas durante la guerra Franco-Prusiana y, después de la derrota, fue enviado a ultramar como ingeniero militar, donde pasaría buena parte de su carrera. En 1894, se distinguió en Mali al dirigir una columna de hombres a través del desierto para conquistar Tombuctú, a pesar de tener poca experiencia en el campo de batalla. A principios del siglo XX, avanzó su carrera demostrando excepcionales aptitudes organizativas como Director de Ingenieros y, en 1911, fue nombrado Jefe del Estado Mayor Conjunto, la posición más alta del ejército francés. Como responsable de los preparativos en caso de guerra, Joffre revolucionó al ejército purgando a los oficiales que promovían la mentalidad defensiva y adoptó el Plan XVII como estrategia oficial.

A principios de 1914, Francia podía presumir del ejército más poderoso de Europa y el mundo, moderno, bien entrenado y equipado aunque algo inferior en número comparado con el alemán. Sus líderes rezumaban confianza en un enfrentamiento con el eterno rival, apoyados en la impenetrabilidad de la línea de fortificaciones francesa en la frontera oriental y el espíritu combatiente que se esperaba de cualquier francés, el élan vital, un místico concepto filosófico-evolucionista que mágicamente otorgaba una superioridad al soldado galo. Pero el inicio de las hostilidades había demostrado que ninguna fuerza esotérica era capaz por sí sola de detener a un ejército altamente móvil como el alemán y los primeros enfrentamientos terminaron con desastrosas derrotas.

Primeros avances alemanes.

Primeros avances alemanes.

El Ala derecha del ataque alemán, cruzó Bélgica en menos de tres semanas y llegó a la frontera francesa entre el 18 y 20 de agosto, pero mantuvieron líneas defensivas en el Bosque de las Ardenas y en los territorios ocupados de Alsacia y Lorena. La estrategia del Plan Schlieffen ordenaba un Ala izquierda “débil”, apenas lo suficiente para rechazar al enemigo, mientras que el grueso de los ejércitos rodeaba el extremo de las líneas defensivas con la intención de flanquear a los franceses y atacarlos por la espalda. Se esperaba que la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF, por sus siglas en inglés), llegada a Francia el 16 de agosto, ayudara a detener el avance, pero la brutalidad, movilidad y la ventaja numérica alemana fue demasiado para un ejército armado en el último momento, con personal poco experimentado y con oficiales que aún seguían los postulados de las guerras del siglo XIX. Batalla del MarneIngleses y franceses pronto se batieron en retirada, hasta ese decisivo día en el que Joffre se sentó a comer, inamovible, el día que comenzaba la Primera Batalla del Marne. El 6 de septiembre los papeles se intercambiaron y los aliados contraatacaron en un amplio frente, desde París hasta Verdún, fijándose especialmente en el flanco del 1er ejército de von Kluck, que se había quedado descubierto al girar al sur y sería aprovechado por el defensor de París, Gallieni, para golpear sus líneas. La reacción de von Kluck fue virar nuevamente hacia el oeste, abriendo un hueco entre su ejército y el 2º de su colega von Bülow, que fue aprovechado por la BEF y por Joffre para dividir las fuerzas alemanas. El 9 de septiembre, el invasor comenzaba la retirada.

El mérito de la contraofensiva recayó sobre Joffre, después de todo, a pesar de que la idea no partía de su cabeza él había tomado la decisión final. Además, se le dio crédito por los numerosos cambios de comandantes que realizó en los primeros días, llenos de fracasos, y por nombrar a generales más audaces y capaces. fr-joffre-give-ordersTodos los errores habían sido olvidados y Joffre se convirtió en el “Héroe del Marne”. El Mariscal no habrá sido el mejor de los generales. pero se ganó su reputación por no ponerse nervioso en los momentos clave, por mantener la cabeza fría cuando todo parecía perdido y ser capaz de tomar las decisiones necesarias. Los soldados le llamaron “Abuelo”, no obstante las carnicerías que en los próximos meses y años regarían de sangre la bucólica campiña francesa. Joffre era el producto de las escuelas militares de la época y no estaba preparado para la Primera Guerra Industrial, rápida, tecnológica, nada que ver con la “caballerosidad” de las guerras napoleónicas. Al final, las pérdidas en Verdún y en el Somme, obligaron a los políticos a sustituir a Joffre por el General Robert Nivelle, pero su éxito en el Marne ha sido y será recordado por mucho tiempo.

 

0 thoughts on “Mariscal Joseph Joffre

  1. Por favor, la línea Maginot se construyó después de la IGM. Los franceses tenían algunas fortalezas fronterizas y otras más al interior, pero en realidad su estrategia era netamente ofensiva.

    • Hola Dani, hacía ya unos días que me había dado cuenta de mi error y según yo lo había corregido, no se qué pasó. Tienes toda la razón, y ya lo he vuelto a corregir. No se qué pasó.
      Gracias por llamarme la atención al asunto.
      Un cordial saludo.

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